- En su último reporte sobre utilización de antimicrobianos de 2022, Sernapesca mostró que la compañía es una de las que menos antibióticos usó en gramos por tonelada en ciclos cerrados, con 138, lo que está muy por debajo de los 320 que registró en promedio el sector salmonicultor durante el período.

- “Los resultados reflejan un trabajo decidido de toda la cadena  productiva, que comienza desde la crianza de smolts saludables acompañado de un cuidado adecuado, preventivo y focalizado de los peces durante todo  el ciclo de engorda en el mar”, detalló el gerente de Farming de Blumar, Pedro Pablo Laporte.

La reducción del uso de antimicrobianos ha sido uno de los grandes desafíos de la salmonicultura nacional, el cual es regulado y administrado por profesionales veterinarios. Este uso es vigilado y regulado por la autoridad, y adicionalmente la reducción de su uso es una demanda permanente por parte de los consumidores finales. El   sector productivo ha venido trabajando en diferentes fórmulas para reducir o eliminar su utilización, siempre resguardando el bienestar o welfare animal y Blumar ha sido una de las empresas que  ha trabajado con dedicación en este ámbito, y desde 2017 ha logrado reducir en un 64% el uso de antibióticos al cierre de 2022.

El trabajo que ha realizado la compañía se vio reflejado en el reciente Informe sobre uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura Nacional que presentó el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), que dio cuenta del uso de estos fármacos durante 2022. En el reporte, se observa que Blumar utilizó solo 138 gramos por tonelada en ciclos cerrados, lo que la posiciona como una de las dos empresas con menor uso de antibióticos durante el período.

                Asimismo, respecto al salmón de la especie  Salar, que es el que registra mayor uso de antibióticos en forma histórica,  la compañía aparece en el Informe como la  que menos antibióticos utilizó en 2022 respecto al número de ciclos cerrados, ya que llegó a solo a 139,26 gramos por tonelada, lo que está por debajo de los 491,75 que registró el sector salmonicultor durante el período.

                “La reducción de antibióticos ha sido uno de nuestros compromisos ESG más importantes y lo hemos implementado maximizando la producción ABF (AntiBiotic Free), donde el producto final no puede haber registrado uso de antibióticos en ninguna fase de cultivo (agua dulce y agua de mar), introduciendo innovación y, sobre todo, trabajando decididamente y en forma coordinada en esta iniciativa, liderada por el área de salud, pero sumado a un grado de compromiso muy alto entre las áreas de agua dulce, logística, operaciones y agua de mar, para criar salmones saludables en toda la cadena, desde la ova hasta la cosecha, , donde procuramos un cuidado sistemático, preventivo y focalizado de los peces”, detalló el gerente de Farming de Blumar, Pedro Pablo Laporte.

                Respecto a lo anterior, como parte de su estrategia de sostenibilidad, la compañía se comprometió a lograr una reducción del 58% en el uso de antibióticos a 2027, tomando como línea base 2017. Esta meta ya la superó en 2022, ya que, tal como reportó en su última memoria integrada, a la fecha lleva un 64% de disminución. “Eso nos empuja a seguir disminuyendo sistemáticamente el uso de antimicrobianos, siempre teniendo a la vista el bienestar animal, para entregar productos  cada vez de un mejor estándar, saludables y nutritivos a los consumidores”, comentó Laporte.

Programa PROA: “Nos ha permitido desafiar nuestro programa de reducción de

antibióticos”

Otro de los aspectos que destaca y detalla el Informe de Sernapesca es la cantidad de salmones producidos en centros que cuentan con la certificación del Programa para la Optimización del Uso de Antimicrobianos (PROA), que es una certificación gubernamental voluntaria y enfocada en optimizar la eficacia y la adopción de buenas prácticas asociadas a los tratamientos antimicrobianos.               

A la fecha, Blumar cuenta con 37 centros que tienen esta certificación, de los cuales 12 entraron en 2022, siete de ellos en la categoría libre ATB (sin uso de antimicrobianos) y seis en la categoría UEAB (uso eficiente de antimicrobianos). “El programa PROA de Sernapesca ha sido un gran aporte, reforzando la vigilancia, para tener un mayor control y especialmente para capacitación del personal de los centros”, indicó Pedro Pablo Laporte.

                Desde la compañía, también han explicado que este programa y estrategia que han llevado adelante les ha permitido la genotipificación de los agentes infecciosos en los centros, y así ir conociendo la respuesta a los tratamientos, y mejorar la detección temprana de brotes, lo que se traduce en eficiencia. “Esto nos permite que nuestro compromiso de reducción de antibióticos y tratamientos farmacológicos sea una estrategia de mejora continua, , lo que en definitiva nos permite ser una empresa más competitiva y con estándares, en lo relativo a uso de antibióticos, similares a  países como Canadá o Escocia, sin embargo, aún nos quedan desafíos por delante”, puntualizó Laporte.